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Mostrando las entradas de junio, 2025

LA PREGUNTA POR EL SENTIDO DE LA VIDA.

 Lo que se necesita urgentemente en tal situación es un cambio radical de nuestra actitud frente a la vida. Debemos aprender por nosotros mismos, y enseñar a los hombres desesperados, que en realidad no importa lo que esperamos de la vida, sino que importa lo que la vida espera de nosotros . Hablando en términos filosóficos podríamos decir que se trata de una especie de giro copernicano : tenemos que dejar de preguntar por el sentido de la vida y en su lugar percatarnos de que es la vida la que nos plantea preguntas, cada día y a cada hora. Preguntas a las que no hemos de responder con reflexiones o palabras, sino con el valor de una conducta recta y adecuada. En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las cuestiones que la vida plantea, cumpliendo la obligación que nos asigna. Esas obligaciones y tareas, y en consecuencia el sentido de la vida, difieren en cada hombre, en un momento u otro, de manera que resulta imposible c...

El fruto prohibido.

"¡Qué pena que beber agua no sea un pecado! ¡Qué bien sabría entonces!", escribió el poeta italiano Giacomo Leopardi en el siglo XIX. El Génesis cuenta la historia de Adán y Eva, los dos primeros seres humanos a los que Dios creó, y a quienes les dio por morada un paraíso, el Jardín del Edén. Ahí, para ponerlos a prueba, les prohibió expresamente comer de los frutos de un árbol específico. Satanás, disfrazado de serpiente, les ofreció una manzana y ambos la comieron (es significativo que todavía hoy haya gente en pleno uso de sus facultades que culpe a Eva, es decir a las mujeres, de tentar a Adán, es decir a los hombres). El castigo por su incapacidad para enfrentar la tentación fue la expulsión inmediata del Paraíso y una vida de trabajos para todos los varones y de partos dolorosos para todas las mujeres. «Nos atrae lo prohibido. Desde la historia bíblica hasta estos días, incontables testimonios iconográficos, literarios, musicales (los boleros son un ejemplo impecable) e...