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Mostrando las entradas de septiembre, 2025

EL HOMBRE, ¿LOBO O CORDERO?

  Hay muchos que creen que los hombres son corderos; hay otros que creen que los hombres son lobos. Las dos partes pueden acumular buenos argumentos a favor de sus respectivas posiciones.  Los que dicen que los hombres son corderos no tienen más que señalar el hecho de que a los hombres se les induce fácilmente a hacer lo que se les dice, aunque sea perjudicial para ellos mismos; que siguieron a sus líderes en guerras que no les produjeron más que destrucción; que creyeron toda suerte de insensateces sólo con que se expusieran con vigor suficiente y las apoyara la fuerza, desde las broncas amenazas de los sacerdotes y de los reyes hasta las suaves voces de los inductores ocultos y no tan ocultos. Parece que la mayoría de los hombres son niños sugestionables y despiertos a medias, dispuestos a rendir su voluntad a cualquiera que hable con voz suficientemente amenazadora o dulce para persuadirlos.  Realmente, quien tiene una convicción bastante fuerte para resistir la oposi...

El hombre absurdo.

  Mi campo dice Goethe es el tiempo". Aquí está la palabra absurda. ¿En efecto, qué es el hombre absurdo? Es quien, sin negarlo, no hace nada a favor de lo eterno. No es que le sea insólita la nostalgia, sino que elige su valor y su razonamiento antes que a ella.  El primero le muestra cómo vivir sin apelación y a alegrarse con lo que posee; el segundo, le muestra sus límites. Seguro de su libertad a plazos, de su rebelión sin futuro y de su conciencia efímera, continúa su aventura en el tiempo de su existencia. En él se encuentra su campo, en él se halla su acción, que se despoja de toda reflexión salvo la suya. Una vida más grandiosa no puede denotar para él otra vida. Eso no sería honesto. Tampoco menciono aquí a esa eternidad irrisoria que denominan posteridad. Madame Roland se remitía a ella. Semejante imprudencia recibió su lección. La posteridad alude de buena gana esa frase, pero no recuerda evaluarla. Madame Roland es indiferente para la posteridad. No se puede argume...